Los estores paqueto son seguramente los más elegantes entre todos los tipos de estor que hay en el mercado. El sistema de recogida de estos estores funciona mediante cordones que fruncen la tela haciendo que se eleve a la vez que se arruga sobre sí misma. El resultado es muy bonito tanto cuando el estor está totalmente extendido, luciendo la tela, como cuando está recogido.
El único inconveniente de este tipo de estores es que hay que saber desmontarlos y montarlos para poder lavarlos cuando sea necesario. Realmente, no es complicado, solo se trata de seguir las instrucciones o los vídeos explicativos. Una vez que se ha hecho, volver a hacerlo es sencillo.
Telas de lino para estores paqueto
Una de las cosas que contribuye a la elegancia de este tipo de estores es el tipo de tela que requieren. Al necesitar arrugarse con facilidad para recogerse tienen que ser telas que sean muy manejables. El lino es perfecto para este tipo de estores y nadie pondría en duda la elegancia de este tipo de tela.
El lino es una tela a la que los bordados hacen resaltar todo su encanto. Pueden ser tanto en colores que ofrezcan un poco de contraste, como por ejemplo el estor en un tono crudo con bordados de flores en granate y verde, como bordados en el mismo color o con un tono de diferencia.
Los vivos alrededor de la tela en un tono en contraste también son una buena manera de resaltar este tipo de estores.
¿Dónde encajan mejor este tipo de estores?
Estos estores quedan muy bien en las ventanas de un salón, de un comedor o del dormitorio de los adultos. Aunque pueden encajar en cualquier lugar es en este tipo de estancias en la que más a menudo los encontramos precisamente por el plus de elegancia que ofrecen.
Quedan perfectos en un comedor rústico, un salón clásico muy elegante o un dormitorio romántico porque encajan con diferentes tipos de decoración y siempre suman. También quedan muy bonitos en galerías acristaladas.
En salas de estar informales o en las habitaciones de los niños más pequeños se recomiendan otro tipo de estores como los enrollables por ser mucho más fáciles de manejar para toda la familia y porque suelen ser más resistentes, sobre todo si los van a subir y a bajar de manera habitual los niños.