Si quieres un salón con un estilo moderno y rompedor tienes que empezar por elegir una pintura para las paredes que le otorgue una apariencia muy rompedora. Te sugerimos el blanco, que sabemos que no es muy rompedor, pero que cuando se combina con una pared en un tono gris plomo intenso el resultado es elegante y muy llamativo.

Para los muebles apostamos por las nuevas tendencias decorativas en verde y en amarillo. El verde, que puede ser con matices esmeraldas o en tonos envejecidos, para el mueble del salón. El amarillo para el sofá, dándole al salón un toque divertido, muy juvenil y ligeramente retro ya que estos colores recuerdan a la decoración de los años sesenta en plena moda psicodélica.

Si te resistes al sofá en amarillo te proponemos que el sofá sea gris pero que coloques una o dos butacas en el tono propuesto para darle un toque divertido a la habitación y darle un aire diferente aunque un poco menos radical.

Las cortinas y las alfombras

Con tanto color es importante que los complementos sean lo más discretos posibles, por eso apostamos por una alfombra blanca para el centro del salón. Sabemos que este color puede ser un poco complicado en una alfombra, así que si no te atreves con él, apuesta por un beige más fácil de limpiar.

En lugar de cortinas prueba a colocar estores modernos para salón ganando así sensación de amplitud. La opción más fácil es que sean blancos, como la pared, aunque resultaría perfecto encontrar un modelo que tuviera algunos lunares en verde o en amarillo siempre que los tonos sean muy parecidos a los de los muebles.

Otros adornos complementarios

En lugar de cuadros puedes apostar por algunas cerámicas en la pared. Los platos son tendencia, tanto si decides escoger solo dos o tres de gran tamaño como si quieres jugar con varios en diferentes tonos y tamaños. En este caso tienes que tener mucho cuidado para combinar bien los colores.

Los adornos de madera natural tallada también son muy elegantes y su clasicismo ofrece un contraste muy atractivo con los colores más pop de los muebles. Este tipo de contrastes, si se saben conjugar bien, dan mucha personalidad a una habitación. Una mesa de centro de cristal te ayudará a que todo se vea espacioso y recogido. Evita recargarla con demasiados adornos para que además de bonita sea útil.