Hay estores de muchos tipos, pero los principales son tres: los enrollables, los paquetto y los que son tipo persiana. Cada uno de ellos tiene sus características a la hora de lavarse. Pero, habiendo hablado ya sobre la limpieza de los estores enrollables (aprende cómo hacerlo en nuestro antiguo post «Cómo limpiar estores enrolables«), pasamos a hablar sobre los otros más usados pues fueron los que primero se pusieron de moda y aún son y siguen siendo utilizados por muchísimos hogares en el mundo.
Éstos presentan mayor dificultad a causa de su montaje y de disponer de varillas, pero veréis cómo podéis llevarlo a cabo paso a paso.
Aprende a limpiar tus estores paquetto o estores de varillas
Dan un poco más de trabajo ya que es necesario soltar todo el mecanismo de cuerdas para poder lavarlo. Hay que tener cuidado, son telas delicadas que en muchas ocasiones es necesario llevar a la lavandería. Pero, si se pueden lavar en casa estos son los pasos:
- Quita las cuerdas que nos permiten plegarlo y déjalas con cuidado para que luego no se formen nudos que dificulten su montaje.
- Quita las varillas. En el caso que estén cosidas deberás descoserlas y volver a coserlas tras el lavado.
- En la lavadora se debe de usar siempre un programa para telas delicadas con centrifugado corto para que no se arrugue
- Tiende la tela sin que le dé el sol para que la tela no se estropee y no se arrugue
- Vuélvelo a montar a la inversa, es decir, primero las varillas y luego las cuerdas.
- Asegúrate de que el mecanismo funciona antes de montarlo de nuevo en la pared.
La máxima complicación en estos casos es la de volver a dejar las cuerdas tal y como estaban. Para esto, muchas personas hacen fotos o incluso un vídeo, para que sea mucho más sencillo volver a montar el estor al menos las primeras veces, ya que una vez que se aprende, no es tanta la complicación como puede parecer.
Tienen un sistema muy parecido al de las persianas venecianas. Para lavarlos es necesario quitar todas las varillas que llevan en el interior. Por eso, lo mejor es que no estén cosidas. Pero si resulta que lo están, no quedará más remedio que descoserlas, por lo que no es mala idea acudir a alguien que sepa de costura para que nos monte el estor de modo que se puedan poner y quitar las varillas sin coser.
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