No siempre es fácil escoger las cortinas adecuadas para la casa. A veces, porque no sabemos todavía qué es lo que vamos a poner en una habitación en concreto y otras porque viendo tantas opciones en el mercado nos quedamos un poco bloqueados y sin saber qué es lo que elegir. Otras veces somos incapaces de imaginar el resultado final y dudamos muchísimo a la hora de tomar la decisión final,
Por eso, seguir los consejos de los expertos es siempre una buena idea y nos ayuda a que nuestra elección sea la más acertada. En este sentido, hemos buscado en los blogs de los especialistas en decoración y les hemos cogido prestados sus consejos más importantes. ¡Tomad nota!
Los cinco trucos que te ayudarán a encontrar la mejor opción
- Si tienes dudas, mejor lisas. Tenemos que reconocer que no todo el mundo es capaz de realizar combinaciones de colores acertadas. Algunas personas nacen con ese don y otras parece que no vieran los tonos con los mismos ojos que el resto de los mortales. Si eres de este último grupo aléjate de los estampados, mucho más difíciles de combinar, ya puesta por cortinas lisas y en colores neutros que serán muy sencillas de combinar con cualquier cosa.
- No tiene por qué combinar con todo. No es necesario que todo vaya a juego como si fuera algo uniformado. La cortina puede quedar bien con el resto de colores sin tener que, necesariamente, coincidir con todos ellos. A veces, el juego se hace con detalles pequeños que no llaman la atención en un primer momento, pero que hacen que todas las piezas encajen. Por ejemplo, unas cortinas con cuadros en violeta que, en principio, son independientes, hasta que nos fijamos en que la alfombra tiene detalles en ese mismo color.
- Las cortinas con colores llamativos deben de ir a juego con algo similar.
- Juega con los complementos. Puedes escoger unas cortinas en un tono liso muy neutro y luego jugar con complementos, como por ejemplo las cintas para recogerlas, que pueden ser en el mismo tono, por ejemplo, que los cojines del sofá, que la colcha de la cama o que la alfombra. Un claro ejemplo es la siguiente fotografía en la que los protagonistas son los complementos y se ha escogido una serie de estores en blanco:
- Si no quieres complicarte, apuesta por los blancos. Pero olvídate de los blancos demasiado brillantes, mejor los que son mate o incluso los blancos roto o los colores perlados. Se trata de que sea una cortina muy discreta que quede en un segundo plano y no llame la atención.