Las cortinas tienen varias utilidades en el hogar. La principal de todas es la decorativa, ya que son un elemento muy importante en la imagen de cada habitación. Un cuarto con cortinas es un cuarto que se ve vestido y listo para empezar a amueblar.

También tienen la misión de darnos intimidad, especialmente cuando se vive en la ciudad o en urbanizaciones donde las casas de los vecinos están muy cerca de las nuestras. Gracias a las cortinas se impide que puedan ver el interior de nuestras viviendas y todo lo que transcurre entre sus muros.

Los estores y la luz exterior

Evidentemente, las cortinas nos protegen de la luz del exterior, ya que en muchas viviendas no hay persianas ni otro tipo de aislantes de la luz. Las cortinas ayudan a regular la claridad que hay en un dormitorio o en una sala y por eso en muchos hogares se juega con diferentes tipos de telas y colocaciones.

Actualmente, están muy de moda las combinaciones de estores y cortinas clásicas, que dan una imagen muy diferente a los salones. Los estores funcionan como los antiguos visillos, permitiendo que entre mucha claridad y que incluso se vea el exterior. Cuando cae la noche, se cierran las cortinas más gruesas y no se deja pasar la poca claridad que pueda venir de fuera.

También funcionan muy bien los estores con el sistema noche y día, ya que se pueden regular para que entre más o menos luz en función de cómo se juegue con sus diferentes franjas translúcidas y opacas.

La luz solar y los muebles

Pero la luz solar no solo ilumina las habitaciones. El sol también tiene una incidencia negativa tanto sobre los muebles como sobre los suelos de madera. Cuando da de forma directa puede comer el color y estropear los esmaltes, haciendo que la madera se envejezca y deteriore muy rápidamente.

Y no solo eso, también actúa sobre las mismas cortinas, debilitando las telas y haciendo que se rasguen con facilidad además de amarillearse o perder color. Pero hoy hay una solución muy sencilla para todos estos problemas.

Se trata de las nuevas y modernas telas con filtro contra los rayos UV. Estas cortinas no solo aguantan muy bien la acción directa del sol, sino que protegen la madera del suelo y de los muebles evitando este deterioro sin necesidad de cerrar las persianas.